martes, 24 de abril de 2012

Reflexiones sobre la humanidad


La Humanidad de la humanidad








            La humanidad de la humanidad es una obra de Edgar Morin, el cual hace una reflexión sobre el andar del ser humano en la Tierra desde el origen del universo hasta nuestros días; nos lleva al mundo de las preguntas: ¿por qué estamos aquí?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿quién nos creó?, ¿hay un Dios superior?, estas y más cuestiones nos hacen pensar y valorar más nuestro mundo.

            Desde el inicio de los tiempos, el hombre siempre ha tenido curiosidad por saber de dónde provenimos, los antiguas civilizaciones narraban leyendas, mitos o científicos modernos justifican la creación del universo a través de teorías como la del Big Bang; en fin, al final de cuentas no se ha conocido realmente el porqué, ni el cuando, ni el donde; todas son teorías, lo que sí estamos seguros es que todo es energía, y ésta no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

            Es sorprendente imaginar las dimensiones, que en este momento, en el mismo espacio, en el mismo lugar estuviera existiendo otro época, con otras personas, diferente lugar o diversas circunstancias; pero aunque no las veamos, existen; por ejemplo dentro de nuestra mano derecha o cualquier parte del cuerpo habitan gran cantidad de microrganismos que tienen su propio sistema, forma de vida; la cuestión es: ¿saben que los podemos observar?, ¿saben que existimos?

            Desde mi punto de vista todo es un ciclo, así  como esos microrganismos dependen de mí, yo dependo de ellos, quizá no sepan que existimos, pero eso no alude que en verdad existimos; y esta situación me lleva a más cuestiones, ¿nosotros también formamos parte de un ser superior?, ¿nos podrán observar?, ¿habrá forma de vincularnos y comunicarnos con esa otra dimensión?; estas cuestiones nos hacen reflexionar que sí formamos parte de un todo y ese todo pertenece a una individualidad: nuestro ser.

            Cada ser humano puede concebir esa vinculación como desee, hay gente que habla con Dios desde su corazón, ¡se respeta!, pero de algo si estamos seguros; hay cuestiones, como la conciencia, que ni la ciencia puede explicar.



            Por otra parte, también el texto habla sobre la inhumanidad que hay en la humanidad, cómo es posible ver actos que denigran a los seres humanos, porqué destruimos nuestro medio ambiente, porqué lastimamos a nuestros hermanos; si todos formamos parte de ese todo.
            Las guerras, los crímenes, las personas que se autodestruyen y delincan se deben en principal circunstancia a la falta y desigualdad de oportunidades, no todos tienen dinero para satisfacer las necesidad básicas, mucho menos para estudiar, viajar; los gobiernos deberían ser más justos y trabajar en políticas que regulen las situación de vida.

             Continuando con la lectura, el artículo me hizo reflexionar  que en lugar de destruirnos hay que unirnos, disfrutar cada momento, respetar lo que tenemos a nuestro alrededor, saber valorar y entender que lo único que poseemos es nuestro planeta Tierra, nuestro único hogar, hay que cuidarlo y ver por él.

            En conclusión, siempre habrá preguntas sobre dónde provenimos y hacia dónde vamos, quizá algún día queden resueltas, no lo sabemos, mientras tanto hay que vivir la vida de acuerdo a la ley natural; respetando nuestro ambiente y prójimo; expresando nuestro ser y sentimientos a través del arte, la pintura, el baile, la escritura, etc.

            Siempre recuerda una cosa: ¡Las palabras dichas se van, las escritas permanecen!, ¡comparte lo que eres, comparte lo que piensas y el mundo compartirá contigo!

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