Los católicos tenemos un líder religioso, el cual es el vicario de Cristo aquí en la tierra, príncipe de los apóstoles y sucesor de San Pedro: “El Papa”, nuestro papa actual es Benedicto XVI, sucesor de Juan Pablo II.
En nuestros días después de siete años de la muerte de Juan Pablo II, los católicos le seguimos venerando, brindando honor y extrañándolo. Fue un hombre lleno de paz, inteligencia, amor y caridad; cuyo humilde trabajo en la viña del señor fue tan ejemplar que siempre transcenderá.
Juan Pablo Segundo, (Karol Wojtyla), nació en Cracovia, Polonia; fue un hombre que se preocupó mucho por la paz y la evangelización para llevar a cada rincón de la Tierra la Buena Nueva de Dios.
Fue el primer Papa en escuchar a los más desprotegidos, en dialogar y hacer acuerdos con los dirigentes de todas las naciones y religiones para generar paz y vivir bajo los valores del evangelio.
Durante su pontificado, el 13 de mayo de 1981 sufrió un grave atentado en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde resultó herido por los disparos del terrorista turco Mehmet Ali Agca; y de igual manera fue amenazado en otros lugares, pero a pesar de ello; el santo padre continuó con su labor evangelizadora por diversos países, en especial por pueblos del Tercer Mundo.
¡Un hombre que dirigió con amor y fervor al mundo católico!
Por tal motivo, el papa Benedicto XVI recordó hoy 2 de abril del 2012 a su predecesor, y señaló que uno de sus legados fueron las jornadas mundiales de la juventud, tal como se vivió en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011, donde se recibieron a cinco mil jóvenes españoles participantes.
En su discurso, el papa Benedicto dijo:
“Saludo cordialmente a las autoridades, organizadores, patrocinadores y voluntarios, pero, de modo muy especial, a los jóvenes, que son los protagonistas y principales destinatarios de esta iniciativa pastoral impulsada por mi amado predecesor”.
“Siempre que traigo a mi memoria la vigésimo sexta Jornada Mundial de la Juventud vivida en Madrid, mi corazón se llena de gratitud a Dios por la experiencia de gracia de aquellos días inolvidables”, refirió.
Señaló que los jóvenes están llamados a cooperar en la “apasionante tarea” de “dar testimonio de las maravillas de Dios”.
“Cristo los necesita a su lado para extender y edificar su Reino de caridad. Esto será posible si lo tienes como el mejor de los amigos y lo confiesan llevando una vida según el evangelio, con valentía y fidelidad”.
“Queridos jóvenes, como aquellos apóstoles de la primera hora, ser también ustedes misioneros de Cristo entre sus familiares, amigos y conocidos, en sus ambientes de estudio o trabajo, entre los pobres y enfermos”.
El papa en su labor de seguir con la misión evangelizadora de Juan Pablo II, está muy emocionado y contento porque los jóvenes somos el principal motor y razón de ser de la palabra de Dios.
Benedicto XVI, tiene sus ojos puestos en Río de Janeiro, Brasil; donde se llevará a cabo la próxima Jornada de la Juventud en el 2013.
Por otra parte, quiero comentar que el poder de la iglesia es muy grande en todas las naciones, en especial en México, y lo más emocionante: Cómo millones de almas se unen para una misma causa: DIOS.
Una vida sin Dios es vacía, cada ser humano tiene un Dios, independientemente de su religión, cada quien sigue sus propias creencias, pero todas buscan un fin: ¡La trascendencia!
Independientemente de lo que creas, defiende tus convicciones, somos jóvenes capaces de elegir, discernir y actuar respecto a nuestras ideas.
Para finalizar, Juan Pablo II, nos invita a ser buscadores de la verdad, hombres que vivan bajo los valores de su espiritualidad y la paz.
En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios (Juan Pablo II)
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